Tavares (Stellantis): «El mercado será cada vez más pequeño y no harán falta tantas fábricas de coches»
Once fábricas de automóviles sobran en Europa. Este es el cálculo del CEO del Grupo Stellantis, Carlos Tavares, que alerta del impacto negativo en el sector de las medidas legislativas adoptadas por la Comisión Europea (CE) con las que se impone el fin de la venta de los vehículos de combustión en el año 2035, así como los efectos derivados de la pandemia, la crisis de los semiconductores y la invasión rusa de Ucrania.
Así lo ha explicado el directivo portugués a OKDIARIO en un encuentro con medios de comunicación en el Salón del Automóvil de París en el que ha señalado que «el mercado será cada vez más pequeño y no harán falta tantas fábricas, si dejamos a los líderes políticos europeos, incluidos los españoles, que sigan añadiendo restricciones al uso del automóvil en Europa».
«El cálculo es sencillo. Una planta europea fabrica entre 200.000 y 350.000 vehículos en un año. Y antes del impacto de la crisis del coronavirus estábamos en 18 millones de matriculaciones en el mercado europeo. Ahora, en cambio, son cerca de 15 millones, por lo que si se divide entre tres millones que faltan de demanda por una producción de unos 250.000 el resultado es el número de plantas que sobran en Europa», cifra Tavares. Esto es, 11 fábricas de coches podrían cerrar en el Viejo Continente por el contexto actual del sector.
El Grupo Stellantis cuenta con tres fábricas en España ubicadas en Vigo, Zaragoza y Madrid en las que produjo cerca de un millón de unidades en 2021, lo que representa la mitad de total de los coches ensamblados en España. Instalaciones que están aseguradas hasta al menos 2027 por la adjudicación de nuevos modelos para los próximos años y tras confirmar Tavares la llegada de las plataformas electrificadas y plataformas eléctricas.
Europa ¿en contra de los coches?
Un cambio de paradigma en el sector de la automoción que tiene culpable según el CEO de Stellantis y no es otro que la acelerada transición del vehículo de combustión al eléctrico que se está llevando a cabo en el seno de la Comisión Europea (CE). «En Europa los representantes políticos han decidido prohibir los vehículos con motor de combustión. Es una decisión de estos líderes y lo que hacemos en Stellantis es transformar esta empresa para cumplir con la futura normativa que dice que no habrá ventas de coches de combustión a partir de 2035», explica.
«Hay demasiada incertidumbre, demasiado caos regulatorio, recesión económica. Es un problema enorme para la industria europea», avisa el directivo portugués, que ha acusado a los políticos europeos de «intentar matar la libertad de movilidad que da el automóvil».
No obstante, Tavares ha insistido en que este no es el único problema al que se enfrentan los fabricantes de automóviles, la crisis de los semiconductores también están haciendo mella en el sector, ya que ha impedido recuperar los niveles de ventas y producción previos al impacto de la pandemia. Aunque el CEO de Stellantis ve luz al final del túnel y calcula que «a finales de 2023, el problema se habrá acabado».
Vienen los chinos
«Deberíamos de pedir que Europa imponga a los fabricantes chinos las mismas condiciones que las que nos ponen a nosotros, las compañías occidentales, cuando entramos en China», exige el presidente del Grupo Stellantis. Una petición que, dice, ya ha trasladado al presidente de Francia, Emmanuel Macron.
El desembarco de las marcas de automóviles chinas en Europa, en plena crisis de semiconductores, también se ha notado en el propio Salón del Automóvil de París ante la ausencia de los grandes fabricantes europeos como Volkswagen o BMW, así como algunas marcas del grupo que dirige Carlos Tavares como Opel o Citroën. Un espacio que han aprovechado marcas como la china BYD o VinFast, la marca de automóviles vietnamita.